jueves, 10 de diciembre de 2020

Entrevista con Horacio Convertini


 

-¿Cómo surgió “La última noche de Dios”?

-“La última noche de Dios” fue escrito para ser publicado en una antología editada por Kike Ferrari que se llama Borges negro y criminal. Se trata de un libro en homenaje a Paco Camarasa, un librero de Barcelona y entendido en género negro que murió en 2018. Paco fue un entusiasta promotor del género negro argentino en España. Hoy lo llamaríamos influencer, pero era mucho más que eso. Su librería en Barcelona era un templo, al que lamentablemente no pude conocer. Sí conocí y traté a Paco, que fue muy generoso con mis textos. La propuesta de Kike era tomar algo del universo Borges y reversionarlo. Nos dio libertad total. Yo elegí “El proveedor de iniquidades”, de Historia Universal de la Infamia, porque me gusta el personaje de Monk Eastman. Además, remite al mundo de Pandillas de Nueva York, el filme de Martin Scorsese. Decidí trabajar el punto de vista de la persona que lo mató, lo que representaba Eastman para él. Y reconstruí la escena del crimen: lugar, día, hora. Inventé una motivación y una circunstancia. Para Bohan, matar a Eastman era matar a una leyenda. Eso me pareció muy interesante.



-¿Qué te llevó a escribir ese final?

-El final fue más o menos así en la vida real. Él sale del bar y lo matan por la espalda. Lo del gato es un tributo al final de Borges.



-En base a lo que Borges dice en el prólogo, eso de "falsear y tergiversar", ¿de algún modo continuaste una cadena de apócrifos?

-Falseé, desde luego. Y tergiversé en función literaria. Los compañeros de Bohan son ficticios. Y que la orden del crimen la haya dado Arnold Rothstein, también. Pero el espinazo de la historia es verdadero. Los detalles de color en la particular vida de Eastman son literatura pura, como el combate a mano limpia con Paul Kelly o su actuación en el frente belga.



-“El proveedor de iniquidades” parece ser el único policial negro del conjunto de relatos. Borges prefería al policial de enigma, sin embargo, el tuyo sí huele a policial negro.

-Borges prefería el policial de enigma porque era racional. Pero también avisaba que estaba condenado a muerte por la repetición de sus artificios. La literatura negra norteamericana, al menos alguna de ella, le parecía truculenta, no le gustaba. “Todos son malevos, los policías y los criminales”, decía. A mí particularmente me gustan las historias donde todos son malevos o tienen alguna suciedad que esconder.



Borges: “El proveedor de iniquidades Monk Eastman”


https://borgestodoelanio.blogspot.com/2016/03/jorge-luis-borges-el-proveedor-de.html



Horacio Convertini: “La última noche de Dios”

http://www.lapalabraprecisa.com.ar/-292-la-%C3%BAltima-noche-de-dios-por-horacio-convertini.html

No hay comentarios.:

Publicar un comentario